La toxoplasmosis ocular es la enfermedad de la retina provocada por el parásito Toxoplasma gondii.
El parásito se reproduce exclusivamente en el tubo digestivo de los gatos y al eliminarlo a través de las heces puede transmitirlo al ser humano. Sin embargo, no es la única manera en como puede transmitirse y no solo los gatos tienen el parásito, también está presente en algunos mamíferos y aves. La transmisión más común es la oral, es decir al ingerir el parásito en carnes poco cocidas o verduras no lavadas. Los carniceros se consideran personas de alto riesgo para este tipo de infecciones, por la manipulación de carne cruda.
Otro mecanismo de transmisión es la placentaria, teniendo mayor riesgo de contagiar al feto durante el tercer trimestre del embarazo. Esto pasa cuando la persona embarazada contrae la infección justo en el embarazo y no cuando la paciente se conocía que había cursado con la enfermedad previo a su embarazo. Cuando la infección se da en el 1er trimestre del embarazo, existe el riesgo de que el feto pueda presentar una enfermedad del sistema nervioso (encefalitis), la cual puede ser fatal y provocar pérdida del producto.
Muchas personas están infectadas pero no desarrollan la enfermedad. En algunos lugares de Europa, hasta el 90 % de las personas se encuentran contagiadas, a diferencia que en algunos lugares de Estados Unidos, donde se habla de que un 10-15% de personas contagiadas. El por que las personas desarrollan o no la enfermedad puede deberse a que existen 3 tipos (genotipos) de Toxoplasma, algunos mas agresivos (virulentos) que otros.
Los síntomas que provoca la toxoplasmosis ocular son: disminución de la visión, generalmente de un solo ojo, aunque el otro ojo es común que se pueda afectar en algún momento de la vida. Otro síntoma es percibir partículas flotantes, ojo rojo, dolor ocular (por aumento de la presión ocular o glaucoma), fotofobia entre otros.
Si bien, la toxoplasmosis puede limitarse sin tratamiento en 6 semanas, en casos severos, con mucho riesgo de perder la visión es necesario tratar con medicamentos antiparasitarios ya sea tomados o inyectados en el vítreo, aunados a medicamentos esteroideos para disminuir la respuesta inflamatoria que provoca el parásito.
Las recomendaciones generales para prevenir la enfermedad son el manejo adecuado de las cajas de arena de los gatos, evitar que los niños jueguen cerca de las mismas, lavado adecuado de frutas y verduras, consumo de carne bien cocida y lavado de manos. En personas de riesgo puede ser necesario tomar medicamento para evitar la infección, como durante el embarazo.
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